Después de una pausa en este blog, vuelvo a la escritura coincidiendo con la publicación de la nueva web y el nuevo diseño. De alguna manera, esta entrada es una declaración de intenciones, una explicación de mi método de trabajo y de cómo me gusta trabajar. Pero, a su vez, también pretende ser una herramienta de información para mis clientes (actuales, posibles o futuros) y para quien pueda aprovechar los conceptos e ideas que comento para tener una guía a la hora de contratar servicios de diseño.
Primero de todo comentar que hay tres fases claves en mi proceso de trabajo.
Contacto, reuniones informativas y puesta en común
La primera fase es la de contacto con el cliente e intercambio de información. En un principio, incluso antes de decidir trabajar juntos, es importante que nos familiaricemos mútuamente con nuestra forma de trabajar. Más adelante recabo la mayor cantidad de información sobre las necesidades del cliente, las características del proyecto, etc. Para ello es interesante e incluso necesario la celebración de varias reuniones y el intercambio fluido de información. Eso me ayuda a detectar los puntos clave de la situación y analizarla junto con el cliente antes de comenzar ninguna actuación.
En esta fase, no sólo me interesan los detalles más concretos del proyecto en cuestión, sino que también me resulta útil saber en qué contexto se encuentran estos (estrategia de marketing, presencia en redes sociales, filosofía de la empresa…).
Propuestas de solución
Con unas bases bien asentadas (brief) y la confirmación por parte del cliente de que he comprendido bien la situación y sus necesidades, comienza por mi parte el proceso de creación de propuestas, la segunda fase. Ahora mi trabajo consiste en proponer al cliente una solución que cumpla todos los objetivos marcados. Esta puede consistir en ideas más generales, en bocetos o propuestas concretas, dependiendo de la complejidad del trabajo.
En el caso de una identidad visual, por ejemplo, las propuestas podrían consistir en un boceto más o menos acabado de logotipo u anagrama. En el caso de un asesoramiento o formación, podría consistir en un esquema de contenidos y un planning junto a unas indicaciones metodológicas.
Implementación y acabado
Una vez aceptada una propuesta, la tercera fase consiste en darle al producto un buen acabado, cuidando los detalles y asegurándome de que cumple las especificaciones técnicas correspondientes a cada medio. E incluso volver a ajustar ciertos matices con la ayuda del feedback del cliente.
Considero esta última fase muy importante. Para mi, cuidar los detalles es acabar bien un trabajo, no dejar cabos sueltos y también una forma de demostrar al cliente mi compromiso con su proyecto; estamos en el mismo barco en la consecución de su objetivo.
Si has conectado con mi forma de trabajar, puedes echarle un vistazo a algunos proyectos que he realizado o ponerte en contacto directamente conmigo.
Gracias por leerme.
Un saludo.